Por: Fabio Castaño M.
Redacción de textos con el apoyo de Buencafé
Visitar las instalaciones de la fabrica Café Buen Día, la segunda planta de producción de café liofilizado más grande del mundo, la primera se haya en Alemania, es una aventura que activa de manera muy particular las neuronas cerebrales y de manera aún más especial nuestros sentidos del olfato y del gusto que se impregnan muy fácilmente de un aroma irresistible, producto de un proceso complejo y de alta tecnología a que es sometido nuestro café para que llegue a mercados de más de 60 países convertido en una bebida soluble de inmejorable calidad y la cual bajo la marca Café Buendía entra a los hogares colombianos con una impecable presentación.
El recorrido, fruto de una invitación muy especial de los directivos de Buen Día al equipo periodístico de Destino Café, tiene lugar en la que es considerada «cuna? de la industrialización del café en nuestro país, el municipio de Chinchiná -Caldas, sede de esta empresa y además de otros dos baluartes del gremio cafetero como lo son el Centro Nacional para la Investigación del Café -CENICAFÉ y la Fundación «Manuel Mejía? motor de formación de miles de productores del grano.
Previa a una charla o inducción sobre la historia de Buen Día, sus procesos de elaboración y el impacto que tienen sus productos en el mercado nacional e internacional, el grupo integrado por unas 20 personas, buena parte de ellos funcionarios de Cenicafé, fue debidamente acondicionado con tapabocas, gorro y delantal para cumplir con las normas básicas que plantea la salud ocupacional. Convertidos en una especie de misión científica de alto nivel, nos sumergimos en las entrañas de un gigante industrial cuya red interminable de tuberías de todos los grosores se asemeja fácilmente al entramado de arterias, conductos y órganos que en su interior recorren el cuerpo humano.
Ya concentrados en el recorrido, nos enteramos que la liofilización es el proceso para retirar el agua del extracto de café y producir café soluble. Este consiste en congelar el extracto de café a temperaturas muy frías del orden de -50°C, evitando así la pérdida de aromas y de atributos de la bebida que son muy valorados. Al ser sometido a un vacío profundo, de menos de una milésima de la presión atmosférica, se posibilita con una adición marginal de calor que el agua remanente en el extracto congelado pase directamente del estado sólido (hielo) al gaseoso (vapor), proceso conocido como sublimación. Como materia prima para la producción de café liofiizado se utiliza Café de Colombia Coffea Arabica 100% producido en las regiones cafeteras de Colombia en condiciones agroecológicas que conducen a la producción de un café sobresaliente, suave, de taza limpia con acidez relativamente alta, cuerpo balanceado, aroma pronunciado y un perfil sensorial de excelente calidad.
PARA TENER EN CUENTA
Buencafé Liofilizado de Colombia es propiedad del Fondo Nacional del Café y ha trabajado por más de 40 años generando valor y bienestar a través de la transformación y comercialización del café al mercado mundial; sus ganancias son re-invertidas en beneficios para más de 500.000 familias cafeteras de Colombia.
El proyecto de liofilizar café en Colombia comenzó en 1973. En un principio, la planta producía 1.800 toneladas al año; hoy en día, cuenta con cinco plantas que pueden producir un total de 11.500 toneladas de café liofilizado al año.
La implementación de los sistemas de gestión ha permitido un proceso de calidad que ha sido reconocido por diferentes certificaciones internacionales lo que ha facilitado que los productos fabricados por Buencafé hagan presencia en los más exigentes mercados en el mundo. Es la única planta de producción de café liofilizado en Colombia y una de las más tecnificadas del mundo.
La empresa se caracteriza por ser un proveedor de elección de compañías en Estados Unidos, Alemania, Rusia y Reino Unido entre otros, lo que también ha permitido fortalecer su posicionamiento en los mercados orientales como Japón y China.