Constituyen sin duda una razón más visitar el Paisaje Cultural Cafetero Colombiano. Casas que adornan con sus colores vivos y alegres las calles y los cafetales, ofreciendole al visitante un paisaje difícil de olvidar. Salento, Filandia, Calarcá y Pijao en el Quindio, Marsella, Santa Rosa de Cabal y Santuario en Risaralda; Salamina, Aguadas y Neira en Caldas, y el Cairo y Sevilla en el Norte del Valle, hacen parte de esta rutas de pueblos de encanto que vale la recorrer en cualquier época del año.

La arquitectura, inspirada en la técnica española de muros de «tapia pisada», fue modificada con la utilización de «bahareque», se ha convertido en emblema de la región. La arquitectura regional de bahareque: referente cultural y atributo en el que se expresa el valor universal excepcional del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia, es el resultado de un proceso de evolución formal, funcional, tecnológico y estético cuyo origen se remonta al inicio del proceso de poblamiento que comenzó en el siglo XIX y a la necesidad de las gentes que hicieron parte del mismo, de proveerse de cobijo. Utilizaron los materiales que ofrecía la naturaleza, como la tierra, la madera y las fibras de origen vegetal, para producir las denominadas viviendas de “vara en tierra”
Risaralda promueve el embellecimiento de fachadas
La Gobernación de Risaralda formuló ante el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el proyecto “Ruta Turística para el Centro Occidente”, que incluye el embellecimiento de 4523 fachadas en Pueblo Rico, Apía, Santuario, La Virginia, Balboa, La Celia, Belén de Umbría, Mistrató, Guática, Quinchía y Marsella. El proyecto contempla una inversión de $7000 millones y ya fue aprobado por el gobierno nacionalmediante el Sistema General de Regalías. El propio gobernador Sigifredo Salazar en asocio con la comunidad de cada municipio participa en las jornadas de mejoramiento de fachadas que se inició el pasado mes de octubre en Marsella.