Por años han sido el motor de desarrollo de las ciudades y pueblos colombianos. Su carácter privado, a pesar de que manejan cuantiosas recursos del Estado y de entidades internacionales a través de las denominadas alianzas público-privadas, las han mantenido blindadas en la mayoría de las ocasiones, por que no han faltado los lunares, del clientelismo y la politiquería que caracteriza la marcha de la cosa pública. Nos referimos a las Cámaras de Comercio, y en especial en este caso a las Cámaras de Comercio de los municipios del Paisaje Cafetero Colombiano -PCC cobijados por la declaratoria de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Es justo reconocer el papel que han jugado en la promoción y preservación del PCC, al lado de las gobernaciones, universidades, corporaciones autónomas, Federación de Cafeteros, Viceministerio de la Cultura y demás entidades que tienen que ver con el asunto. Pero es más grato saber que a partir de ahora las Cámaras de Comercio tienen una tarea aún más comprometida y decisoria, gracias a las herramientas o funciones que la Federación de Cafeteros le ha delegado con el otorgamiento o concesión para el uso de la marca del PCC que finalmente será utilizada por los diversos actores que operan el turismo en la zona.
En mejores manos no pudo quedar esa labor, pues queda blindada además de los vaivenes y los caprichos que los gobernantes de turno, llámense gobernadores o alcaldes, puedan dar a sus respectivas políticas en pro del desarrollo turístico. Las Cámaras de Comercio trascienden los cambios de gobierno y han demostrado su efectividad no solo en el fortalecimiento y organización del comercio formal, sino en hacer más competitivos a los entes territoriales.
Confiamos que ese papel esencial de las Cámaras se pueda ver reflejado además en poder armonizar y articular la construcción de una ruta única del café y de las experiencias únicas que ofrece nuestro paisaje cafetero, pues hasta el momento, a causa de egoísmos sin sentido de algunos de nuestros gobernantes y dirigentes gremiales, se ha dado al traste con este objetivo primordial de integración.
FABIO CASTAÑO MOLINA Director
It is fair to recognize their role in the promotion and prevention of the Landscape, besides departmental governments, universities, autonomous corporations, the Coffee Growers Federation, the Culture Viceministery and the resting entities which are related to this topic. But it is even better to know that from now on these Chambers will have a more decisive task thanks to the tools and functions that the Coffee Growers Federation has delegated to them with the concession for the usage of the Cultural Coffee Landscape trademark which will finally be used by the various actors which operate tourism in the zone.
This task couldn?t be in better hands, as it is now safe from the changes in politicians? touristic ideas according to their usual whims. Commerce Chambers transcend government changes and have demonstrated their effectiveness not only in strengthening and organization of formal commerce, but in making territorial entities more competitive.
We trust this essential role will be reflected as well in the possibility of harmonizing and articulating the construction of an only Coffee Route and of the unique experiences offered by our Coffee Landscape, as until now it hasn?t been possible due to senseless problems caused by politician?s selfishness.
FABIO CASTAÑO MOLINA
Director