Textos: Ana Maria Giraldo Gómez
En lo alto de la cordillera central colombiana, rodeada de hermosos cafetales y coronada por montañas que se elevan a 5000 metros de altura, se abre paso una ciudad que ha marcado la historia del eje cafetero colombiano. Manizales está ubicada a 2.150msnm, su silueta se dibuja contra el azul del cielo y es visible desde diferentes departamentos, es como un recordatorio constante del desafío que vivieron sus colonizadores abriéndose paso en la espesura de la selva agreste, cruzando la cordillera a lomo de mula y bueyes hasta llegar a este sitio estratégico que fue cruce de caminos entre los departamentos de Antioquia, Cauca y Tolima.
1. Recorrer la ciudad en bici tomando un tour guiado o haciendo uso de las bicicletas públicas.
2. Visitar alguna de las tiendas especializadas en preparación de café para disfrutar una excelente tasa y vivir una experiencia completa para los sentidos.
3. Observar la ciudad desde el Corredor Polaco ubicado en la Catedral Basílica de Manizales, que con una altura de 106 metros ofrece una panorámica espectacular.
4. Ver el atardecer desde el Barrio Chipre mientras se aprecia la cordillera occidental y el Valle del Rio Cauca.
5. Montar en cable aéreo y descubrir cómo esta ciudad es un verdadero desafío a la topografía.
6. Visitar el Parque del Agua. Con sus 6 fuentes interactivas, sus miradores y senderos es un buen lugar para pasar la tarde.
7. Conectarse con la naturaleza y respirar aire fresco en los ecoparques de la ciudad (Recinto del Pensamiento, Bosque Popular, Yarumos, Alcazares).
8. Caminar por el Bulevar de Milán y disfrutar de la variada oferta gastronómica.
9. Descubrir la historia de la ciudad a través de sus iconos arquitectónicos (Catedral Basílica, Estación del Ferrocarril, Gobernación, Antigua estación del Cable, Casa Estrada, Plaza de Bolivar).
10. Cerrar el día con un reconfortante baño termal.