El senderismo es una práctica que cada vez atrae más adeptos. No solo es la ocasión perfecta para tomar fotografías, hacer avistamiento de aves o pasar tiempo en familia, sino que técnicamente es un deporte y aunque trae consigo diferentes beneficios, es importante estar informado de aquellos pasos a tomar para ‘curarse en salud’ y disfrutar de la experiencia.
Existen diferentes tipos de rutas y cada una tiene su rango de dificultad: desde principiantes por caminos que no requieren de preparación física a caminos que requieren tiempo de práctica y una preparación adecuada. Pero independientemente de la dificultad, cualquier persona debe tomar medidas antes, durante y después de hacer senderismo. El docente de Enfermería de Areandina, Luis Agreda López nos compartió algunos consejos para que su salud no se vea comprometida.
Antes de iniciar
Infórmese a qué tipo de terrenos y climas se estará enfrentando. Como lo sugiere Agreda, es necesario llevar la ropa y el calzado adecuado para que el cuerpo esté lo más cómodo posible. Dependiendo del clima, la ropa debe ser holgada o abrigada. De ser posible, compre ropa especializada que es adaptable a diferentes climas. Hoy, la tecnología permite que diferentes telas además de ser ligeras y cómodas ofrezcan protección UV y sean impermeables.
Es fundamental, que antes de iniciar la ruta, se haya informado sobre todas las condiciones de seguridad del terreno, así como las indicaciones básicas para no extraviarse en la naturaleza.
Agreda advierte que sin importar el camino que haya sido elegido, siempre es necesario estirar un poco el cuerpo, pues si bien algunas de las rutas a seguir son fáciles, cualquier actividad física debe estar acompañada de unos estiramientos previos para ahorrarse futuras complicaciones y dolores musculares.
Vaya bien descansado, no solo porque podrá evitar agotarse a mitad de camino, sino que además aprovechará mucho más de la experiencia.
Durante el recorrido
Es importante llevar los elementos del viaje en un maletín que permita tener las manos libres. Esto, en caso de necesitar para poder agarrarse o sujetarse durante el trayecto.
Así, su caminata sea en un clima frío o templado, el cuerpo necesita mantenerse hidratado. Por eso, Agreda recomienda que para hacerlo el agua pura es mejor que cualquier otro líquido. Asimismo, explica que nunca deben faltar algunos dulces ya que pueden evitar que a alguno de los caminantes se le baje la glicemia -nivel de azúcar en la sangre- y así ayudar a resistir el camino sin dificultades.
Otra de las cosas que no puede faltar es un buen botiquín. Le preguntamos al experto por aquellas cosas que no pueden faltar y dio esta lista: gasas estériles, esparadrapos, una solución antiséptica, guantes quirúrgicos, antihistamínicos (medicamentos para tratar alergias, una solución salina para limpiar las heridas, tijeras pequeñas, analgésicos (puede ser acetaminofén o ibuprofeno), una manta térmica
Después del recorrido
Lo más probable es que al finalizar su caminata, se encuentre agotado y con hambre. Por eso, lo ideal para estos casos es comer alimentos ricos en carbohidratos complejos como lo son: el plátano, las peras, el aguacate, las almendras, las nueces, pasas, el pepino, la zanahoria, la berenjena y los tomates. Así como lo hizo antes del ejercicio, asegúrese de estirar nuevamente para evitar dolores musculares.
