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Negocio de familia

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Solo entrar y se siente un ambiente diferente. Un ambiente casero y acogedor. Huele a frijoles y a patacón. Las luces del atardecer iluminan el lugar. El Rancherito llegó a Pereira para quedarse. Este restaurante, con más de cuarenta años de tradición y diez sedes en Antioquia, escogió la capital de Risaralda para establecer su primer local fuera del departamento que los vió nacer.

Iniciaron con un pequeño ranchito al lado de una de las carreteras rurales de la región vendiendo pasteles y empanadas, luego de que doña Mary Noreña soñara que atendía filas de clientes en una caseta de sabores sin límite. No lo dejó desdibujar ni lo convirtió en anécdota. Se propuso sacarlo adelante y ahora son tres generaciones de la familia las que trabajan en torno a El Rancherito.

El 11 de diciembre fue la fecha elegida para realizar su apertura y, aunque afirman que no es lo ideal iniciar en temporada alta, también fue todo un reto y una grata sorpresa poder ofrecer su servicio y sus platos a los habitantes del Paisaje Cultural Cafetero. Para ellos, la gran región paisa comparte el gran cariño, la tradición y la cultura gastronómica. “Aquí en Pereira, como en Antioquia, quieren mucho la gastronomía. Tenemos puntos en común y Pereira cada día se vuelve más importante” dijo Carlos Andrés López, gerente general de los restaurantes.

Junto a López, estuvo Jorge Jaramillo, directivo familiar de la empresa, quien hizo una invitación especial a todos los risaraldenses y visitantes a la región. “Queremos que vean El Rancherito como un sitio de encuentro. Que vengan para tertuliar y tomar algo, porque todos son bienvenidos a este sitio”

 

 

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