FOTOS Y TEXTOS: JUAN FRANCISCO RUIZ OSORIO.
Hapalopsittaca fuertesi: Esas palabras, similares al nombre de un hechizo en Harry Potter, o algún plato costero típico griego, se refiere al Lorito de Fuertes o Cotorra Frentiazul. Especie única de aves en el mundo presente en Colombia (Endémica), escasa, muy difícil de ver, que se creía extinta por destrucción de su hábitat.
El domingo 5 de Febrero, en desarrollo del Primer Risaralda Bird Festival 2017 un grupo de observadores de aves viajaríamos a Santa Rosa de Cabal con el objetivo indeclinable de ver esta ave.
El plan era encontrarnos a las 4:30 am. para tomar el transporte desde Pereira rumbo a la zona rural de Cortaderal. Un pequeño sacrificio de sueño, y una noche sin bohemia, es clave para quien disfruta la observación de aves. Los recorridos duran unas 6 a 8 horas. Es frecuente que el observador se detenga con sus binoculares, que quiera tomar fotografías, detallar qué especie encontró en una guía y tomar notas.
Los promotores del evento nos dividieron en dos grupos que salieron a las 5:40 am. Esencial llevar sánduches y un termo pequeño con café o chocolate, porque entre 4:00 am y 5:30 am. es muy duro encontrar un restaurante o tienda abierta, especialmente un domingo.
En cada finca que pasábamos, encontrábamos letreros que anunciaban la venta de arepas con queso y aguapanela, chorizos, huevos revueltos y queso campesino. Llevar un saco o chaqueta ligera, quizás, hubiera sido una buena idea, pero no se me ocurrió.
Contemplar desde el techo de un Jeep los primeros tonos naranja y rojizo del amanecer, ver perchado (posado) en una rama a un Gavilán Caminero, luego a un Barranquero y en el dosel de los árboles a un Caracara. Apreciar el vuelo de una Pigua, y la maravilla de los diversos tonos verdes, las notas azul rey de las montañas, y el marco imponente del Nevado del Ruiz, nos dieron una bienvenida inolvidable al hogar del Hapalopsittaca fuertesi.
Llegamos al lugar deseado a las 8:30 am. Silencio total, y tras una breve presentación de nuestros guías, (Juan Camilo, Andrés y Gerardo) comenzamos el recorrido. Uno de ellos, me confesó que estaba preocupado porque en las primeras horas 2 horas de la jornada a pie, no se habían podido ver muchas aves. Después del refrigerio de las 9:30 am, comprobé que la mejor sazón del desayuno es tener mucha hambre, y que nuestro recorrido aún tenía mucho que enseñarnos.
El recorrido finalizó a eso de las 12:30 pm. Observamos en diferentes puntos unas 20 especies de aves, algunas muy escasas, otras llenas de color. Vimos al menos 5 tipos diferentes de aves rapaces, y al final, algunos de nosotros ya estábamos anhelando volver a Cortaderal.
No vimos a la Hapalopsittaca fuertesi. Pero recordando lo vivido, creo que eso no importa.