Se trata no solo de uno de los más antiguos corredores turísticos, sino además uno de los más incluyentes lugares que ofrece la capital de Caldas a propios y extraños, pues aquí confluyen personas de todas las clases sociales con un solo propósito: disfrutar del encanto paisajistico que ofrece este mirador y saborear las más exquisitas golosinas y manjares como las obleas que se han hecho famosas en este lugar. A lo largo y ancho de la avenida 12 de octubre que cruza la zona, se apostan los más diversos establecimientos comerciales como restaurantes, barés café, discotecas, heladerías y muchos otros que no vacilan en complacer el gusto de quienes a ellos llegan en busca de calmar la sed, el hambre o sencillamente a disfrutar de ratos de ocio. Recorrer en sector de Chipre es corroborar por qué el Poeta Chileno Pablo Neruda, en una de sus visitas a Manizales, lo calificó como una verdadera fabrica de atardeceres fantásticos y alucinantes, que dan un marco sinigual a los paseos peatonales y a quienes se animan a vivir emociones extremas en la torre panorámica que se inclina imponente en uno de sus altos, o quienes quieren ir más allá en un vuelo de parapente que lo llevará hasta las honduras del barrio la Francia o el sector de La Linda.