Lo que en un comienzo se consideró sería un traslado sin mayores traumatismos por el tamaño de la carga y la docilidad de sus protagonistas, se ha convertido en un reto enorme e impensable para los directivos del Bioparque Ukumarí de Pereira.
Se trata del transporte de una joven pareja de jirafas que se halla desde hace varios meses a la espera de ser trasladada desde el zoológico de ciudad de México al Bioparque Ukumarí de Pereira, como fruto de un convenio interinstucional entre ambas entidades.
El caso es que el asunto del traslado que un comienzo se pensó se haría con los protocolos especiales para que ambos ejemplares no corran ningún riesgo, se ha complicado a medida que pasan los días, por el crecimiento que caracteriza a este tipo de animales que pueden fácilmente alcanzar hasta los 3 o más metros de altura.
Según Sandra Correa, directora de Ukumarí, al momento de cristalizarse el envío de las jirafas a Pereira, éstas alcanzaban 1.76 metros de estatura, y era posible traerlas en un avión de carga de la Fuerza Aérea Colombiana -FAC, con la que se alcanzaron a hacer gestiones para esa labor, pero por las demoras en el traslado, las jirafas se estiraron y ya superan los dos metros de altura, lo que conlleva a que se tendrá que buscar otro tipo de aeronave, pues prima ante todo el bienestar de estas especies.
«Requerimos de un avión más grande para garantizar el arribo sano y salvo de estos ejemplares. Ya hemos hecho las consultas, el avión lo hay, pero no podría aterrizar en Pereira por su tamaño y solo lo podría hacer en pistas como las de los aeropuertos de Cali o Bogotá» Explicó Sandra Correa, al confiar que se pueda dar en pocas semanas una solución definitiva a esta situación y permitir que la pareja de jirafas lleguen al hermoso y amplio hábitat que se les ha acondicionado en el Bioparque Ukumarí.