Desde 2009 el programa Toma Café, una iniciativa de la Federación Nacional de Cafeteros, marcas privadas y tostadoras de café, lleva adelante una «revolución silenciosa? que hoy puede vanagloriarse de ese aumento de 2,1% en el volumen de ventas de café a noviembre de 2013.
Ana María Sierra, coordinadora ejecutiva de Toma Café, afirmó que aunque la labor ha sido dispendiosa, son muchas las iniciativas que se piensan todos los días para lograr escenarios positivos, como el hecho de que la penetración de esta bebida en los hogares colombianos haya pasado de 79% en 2008 a 84% en 2012. «El campo de batalla en el que tenemos que pelear es muy fuerte, porque incluso en el país que produce el mejor café del mundo la guerra del mercado que dan otras categorías de bebidas como las gaseosas, los té y las aguas es muy fuerte?, dijo Sierra.
Pero la pelea parece estarla ganando Toma Café y eso no solo lo demuestran las cifras de la Federacafé, que señalan que el consumo interno de esta bebida, medidos en sacos de 60 kilogramos de café verde, aumentó 11% al pasar de 1,32 millones en 2011 a 1,47 millones en 2012. El auge es notorio cuando se observan los hábitos de consumo en general, donde el tinto y el café con leche tienen casi el 50% de las ocasiones de ingesta de bebida, según un estudio de Synapsis de 2012. «Y lo que nos llama la atención no es solo que el consumo está creciendo en volumen, sino que los colombianos están prefiriendo cafés de calidad. Esa es la razón por la que la categoría de cafés premium y súper premium (más de $25.000 el kilo) registró un alza de 12% entre junio y julio de 2013. Sigue siendo muy pequeña la categoría (1,2% del total), pero es la que más viene creciendo?, dijo Sierra.
¿Cómo lo están haciendo?
Son diversas las líneas de acción que ha definido Toma Café para tener tan buenos resultados. Uno de ellos es la profesionalización del barista, un oficio que hasta ahora no tenía ningún peso académico. Tras un acuerdo con el Sena se formalizó esta ocupación y se emitió un curso llamado «Profundización de Barismo?, que son 440 horas de un curso de formación que dura un mínimo de seis meses. Para quienes se especializaron en bares y mesas, también se dictan 120 horas de barismo.
Lo segundo que ha hecho el programa también está vinculado a la educación. Toma Café tocó la puerta de los supermercados y este sector propuso emular la experiencia que se vive en una tienda de café especializada. «Así nació el Programa de Expertos de Café Carulla, mediante el cual se promueven marcas y tipos de café?, señaló Sierra.
Claudia Gutiérrez, gerente de esta iniciativa en Carulla, explicó que la estrategia no solo consiste en vestir una góndola y poner en algunos puntos de venta un equipo de personas que asesoran a la hora de comprar café.
«Tenemos una feria anual que se llama Carulla es Café en la que tenemos charlas, concurso de baristas, maridajes y la exhibición de las mejores marcas. El año pasado recibimos 7.600 visitantes. La experiencia ha sido tan exitosa, que en los últimos cinco años se ha duplicado la venta de café en la cadena?, expresó Gutiérrez.
Una iniciativa similar también se activará en la cadena de supermercados Jumbo, con el propósito de incentivar la compra de café que se hace en casa.
Un tercer plan está vinculado con los médicos. Tras una alianza con el Centro de Estudios e Investigación en Salud de la Fundación Santa Fe de Bogotá se creó la página www.cafeyciencia.org , la cual funciona como un centro de divulgación científica y resume los estudios hechos sobre el café y sus efectos en la salud. «De esta forma los médicos tienen una fuente certera para acabar con esos mitos que dicen que es malo consumir café?, indicó la directora del programa.
El cuarto lineamiento está asociado con la innovación y las redes sociales. Sierra destacó en este tema iniciativas como el Café Lotodo, un juego que garantiza el aprendizaje, pues se hacen preguntas sobre los atributos o la historia del café, mientras el jugador se divierte. También se está pensando en distribuir en los semáforos pequeños libros con tips de la historia del café. «Las redes sociales también han sido un canal clave para promover la ingesta de café en los jóvenes enviando otro mensaje, como las aventuras cafeteras (viajes). Gracias a esto, llegamos al 93% de los colombianos de entre 18 y 34 años de edad?, comentó Sierra.
Por último, hay una quinta línea de acción que se viene gestionando con Fenalco para formar a los tenderos en la preparación de café. «Queremos que el dueño de la tienda de barrio sepa preparar un buen café y lo ofrezca a ese cliente que va a comprar un producto de la cesta básica, por ejemplo?, concluyó Sierra.