La memoria del maestro Jairo A. lo lleva a sus primeros años de vida en los que se ve pintando. “Era muy pequeño pero siempre me la pasaba dibujando gracias al apoyo y la inspiración de mi madre que siempre me motivó a rayar y a dar forma a muchísimas imágenes que hoy están difuminadas en mi mente” dice el caricaturista calarqueño Jairo Álvarez.
Recuerda que a los 14 años su vida cambió de escenario al dejar su tierra natal y radicarse en la fría sabana bogotana donde con el paso del tiempo pudo desarollar su talento al lado de caricaturistas nacionales de la talla de Osuna, Vladdo y el maestro Calarcá, con quienes tuvo la oportunidad de laborar en medios como El Tiempo, El Magazín Al Día -que luego se convertiría en la revista Semana, y El Espectador donde dejó una profunda huella con las historietas concurso «Dónde está Javier». Su paso por esos medios le dieron la oportunidad de formarse más a fondo y darle forma a un estilo y técnica especial que hoy le dan identidad y un sello característico a sus trazos.
Reconoce que por la situación económica de su familia no pudo acceder a una formación profesional en el campo de la arquitectura como era su anhelo. En aquella época no habían computadores, ni internet, pero sí existía la bioblioteca “Luis Ángel Arango” lugar al que asistía con una gran devoción. Allí me formé gracias a los maravillosos libros de arte a los que pude acceder.
Con 63 años de edad, 40 de ellos dedicados a la caricatura, Jairo A. tiene claro que a pesar de que sus tres hijos, hoy profesionales en otras áreas, le heredaron el talento por el dibujo, no lo explotan porque han visto que a su padre no le ha resultado tan rentable.
Sobre la musa de su inspiración, dice que esta llega cuando está en plena acción, aunque antes de iniciar experimenta un poco de miedo al no saber que saldrá de su creatividad. Sostiene que el Paisaje Cultural Cafetero y en especial Calarcá son también sus máximos inspiradores, de ahí tantas obras relacionadas con estos lugares. Destaca por ejemplo las caricaturas de “Marquitos” el arriero de Salento, con las que ha querido enviar un mensaje claro en contra de la megaminería que atenta contra el paisaje.
Mi mayor reto es ahora educar a las nuevas generaciones a través del dibujo. Para ello, y gracias a un contrato de la alcaldía de Calarcá semanalmente dicta clase a un grupo de 20 niños y niñas a quienes les dice que no basta con ser un buen dibujante, sino que esos dibujos que elaboran se pongan al servicio de la comunidad, buscando hacer reflexionar a las personas con temas como el de la megamineria.
Jairo A. no ha tenido aún la oportunidad de exponer sus obras en grandes centros culturales, pero ha logrado mostrarlas por las redes sociales hasta el punto de conseguir que le compren algunas de sus obras en Nueva York y España. Ha visitado a México, donde le hicieron un reconocimiento por su trabajo de literatura infantil ilustrada, y en Republicana Dominicana donde hizo algunos diseños.