Allí se encuentra la finca LA CHINCA, dedicada hace centenas al cultivo del café y la cual pertenece hace más de seis décadas a una misma familia que tiene su corazón atado a ella. En su ambiente se mezclan en dosis perfectas lo nuevo de la civilización con una tradición que se remonta a los primeros asentamientos indígenas: en sus territorios se han encontrado recuerdos de quienes, en algún momento, luego de su paso por esta tierra, fueron sembrados en ella como un árbol más para enriquecer su sabia y volverse unos con su paisaje.
En ese lugar, con un paisaje idílico, quisieron en algún momento sus propietarios compartir con muchos ese regalo que consideran divino; para tal fin decidieron enclavar sobre esa colina iluminada por el sol, la luna y las estrellas en el periplo de los días y las noches, un Glamping y un Hotel para que todo aquel que quiera lo disfrute con ellos. Movidos por la curiosidad que nos despertaron las redes sociales y las noticias del voz a voz, Destino Café visitó este lugar y corroboró la natural magia de su encanto.
“El monumental naranja y rosado del cielo se posa sobre las laderas verdes del Hotel y Glamping “Atardeceres del Café” ubicado en la vereda del Bajo Tablazo a escasos 10 minutos del centro de Manizales. El canto de las aves rompe el silencio con una melodiosa sinfonía que atrae a este paraíso ubicado entre los 1.600 y 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Como nos expresó Doña Gloria Esperanza Jaramillo, una de las propietarias de este Glamping & Hotel de talla mundial, ”Se trata de una experiencia renovadora que reúne en un solo lugar la magia de la naturaleza y en general del universo, pues nos encontramos en un espacio abierto, que hace parte del Paisaje Cultural Cafetero, que permite tener estrellas, luna, sol del atardecer y olor a naturaleza en un mismo entorno””.
“Es una aventura creada para parejas que quieran disfrutar de una “Coffee Experience Luxury” (actualmente; próximamente también una “Coffee Experience Boutique”), en medio de gran comodidad y confort como una habitación con vista panorámica, zona de fogata, Jacuzzi amplio, duchas exteriores, malla de catamarán, hamaca, cocina y un ambiente de verdes sin igual dado por la espesura y colosal belleza de la cantidad de follajes que constituyen su decoración.
“El colorido y los acariciantes trinos de las aves que surcan los cielos de este paraíso de biodiversidad, reconfortan aún más la estadía de quienes no vacilan en vivir esta experiencia maravillosa que les ofrece el Hotel y Glamping “Atardeceres del Café”. ¡Todo en el lugar explica por qué el poeta Pablo Neruda, admirando el paisaje de Manizales y sus alrededores expresó que era una fábrica de atardeceres ¡”